Seguramente has escuchado sobre “Los terribles 2 años”, esta famosa edad dónde empiezan nuevas experiencias con tu hijo, una de ellas, son los berrinches.
En este artículo te quiero compartir por qué se dan los berrinches, por qué los terribles 2 no son tan terribles y qué hacer en esos momentos de pataleta con tus hijos.
¿Por qué se dan los berrinches?
Los berrinches, a pesar de ser molestos para algunos padres, es una respuesta instintiva de los niños pequeños ante alguna situación incómoda o una emoción que ellos aún no pueden comunicar de otra manera, ya que el lenguaje no se ha terminado de consolidar; además, su madurez cerebral y emocional está en plena construcción. Así que tranquila, llorar, patalear o quejarse es un comportamiento hasta cierto punto esperado de tu hijo los primeros años de vida.
Así que en primer lugar quiero invitarte a observar cuáles son las situaciones de inconformidad o necesidad que están provocando los berrinches de tu hijo. Por ejemplo, puede ser que esté hambriento o somnoliento, lo cual genera que tu hijo sea más sensible a los cambios de actividad, se muestra fastidiado y fácilmente irritable.
Otro caso frecuente, es con los niños de 3 años que recién han entrado al Kindergarten, parece que de un día para otro se vuelven más irritables, pero una de las razones es que están viviendo un cambio fuerte en su rutina y en el Kindergarten están expuestos a más estímulos, lo cual impacta directamente en su estado de ánimo y cuando llega a casa con mamá, llega el desborde de aquello que tuvo que contener durante el día.
Ahora, ¿Qué puedes hacer para acompañar los berrinches de tu hijo?
Quiero decirte que no hay una técnica exacta que funcione para todos los niños, esto va a depender del entorno, de ti y de tu hijo; por esta razón, la mejor opción si encuentras que estos comportamientos están siendo constantes y te están incomodando demasiado, es que consultes a un especialista en crianza. Sí necesito ayuda.
Sin embargo, en este blog te daré puntos clave que te van a ayudar a gestionar esos momentos de desborde y berrinche con tus hijos.
Una vez que identificaste la causa raíz del comportamiento de tu hijo. Tienes dos opciones: cubrir la necesidad de fondo lo más pronto o acompañar su berrinche.
En el último caso, seguramente el berrinche se debe a algo que no puedes ceder o no hay otra alternativa, como por ejemplo:
Entonces lo que puedes hacer es:
Ponerte a su nivel: Con esto no sólo me refiero a que puedas agacharte para verlo a los ojos, sino también, que puedas estar en calma y tener claridad mental de la razón de su malestar; que puedas mostrar empatía con toda tu presencia.
Validar su emoción: Una vez que estas a su nivel, con un tono de voz regulado puedes nombrarle lo que está sintiendo. Por ejemplo “Veo que estás molesto porque querías seguir jugando en el parque, ¿cierto? te entiendo, yo tampoco me quisiera ir, pero es momento de ir a casa y allá podemos seguir jugando. Si quieres ser una experta en manejar estas situaciones. Te invito a que te registres en mi próximo Taller “Límites Sanos en niños de 2 a 7 años”
Mantente cerca de él hasta que esté más regulado: A pesar de que no quiera escucharte, muéstrale que estarás cerca si te necesita.
¿Qué debes evitar en un berrinche?
Esta es la parte complicada para algunos padres, ya que lo más fácil pero no efectivo es callar al niño a través del miedo, de las amenazas, de castigos, golpes o ignorandolo. Y esto es justamente lo debes evitar. No abandones a tu hijo pequeño con la creencia de que sólito se va a tranquilizar, él está en un etapa en la que necesita cien porciento de ti, que le muestres mejores formas de expresarse y que pueda sentir la confianza de hacerlo contigo.
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